Si en la primavera las flores destilaban luz con la brillantez
de sus coloridos ramilletes, para el otoño del 2012 la sobriedad de
los colores opacos se apoderan de los pétalos. Esto no implica que el
estampado se torne aburrido y mucho menos poco femenino, es todo lo contrario.
Los tonos oscuros le dan a las flores una intriga mágica, un encanto
misterioso, una sensualidad hechizante, elementos muy populares en las
tendencias que suelen dominar los meses de septiembre a noviembre.
El estampado de flores aparece en tonalidades violeta, borgoña,
verde esmeralda, el color melocotón y las degradaciones del color marrón sobre
fondos neutros como el negro, el gris y el tan. Los diseños llegan en dos
extremos: flores totalmente grandes o ramilletes diminutos. La silueta apuesta
por el instinto de una mujer poderosa que gusta de flores románticas,
victorianas y con diseños clásicos de las décadas del 30 y los 40,
desprendiéndose de aquella imagen sutil, casi aniñada que se implantó en la
pasada temporada. Así se vio en las colecciones de Rag & Bone,
Valentino, Dolce & Gabbanna y Christopher Kane,
quien ya había experimentado con la química floral en su colección primaveral.
Lee más en mi reseña para el Blog Isla Fashionista aquí http://centrosisla.com/isla-fashionista/flores-otonales.
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